viernes, 9 de marzo de 2012

La Red pone en el mapa a un asesino

Después de dos décadas escondido en las selvas del sur de Sudán y República Democrática de Congo, de sobrevivir gracias al anonimato (apenas existen fotos de él), Joseph Kony, un asesino en serie buscado por la justicia internacional, ha sido bruscamente arrancado de la invisibilidad para convertirse en una estrella de la Red, un trending topic, gracias a los tuits de celebridades con millones de seguidores como Justin Bieber, Oprah Winfrey y Kim Kardashian. Su visibilidad puede ser el principio de su final.

Kony es el jefe Ejército de Liberación del Señor, una guerrilla ugandesa que se comporta como una secta y se nutre del secuestro de niños (más 50.000 durante 20 años, según UNICEF). Aquellos que han conversado con él, en distintos procesos de paz fallidos, le describen como un tipo violento, peligroso, imprevisible e inestable que habla con los espíritus y entra en trance. Es un líder que genera pavor, que domina las mentes de sus guerrilleros. En teoría es un fanático cristiano que se rige por los Diez Mandamientos.

Ha sido un vídeo de 30 minutos, elaborado por tres jóvenes, Bobby Bailey, Laren Poole y Jason Russell, fundadores de la ONG estadounidense Invisible Children, el que generado una corriente mundial para exigir su captura. En pocos días, el documental ha tenido decenas de millones de visitas en YouTube. El hastag #StopKony fue utilizado en Twitter con más de 10 millones tuits desde las primeras horas de difusión, como muestra el gráfico realizado por Isaac Hepworth (@isaach), según explica el blog The Lede.
No es el primer vídeo de Invisible Children. Los distribuye a través de las redes sociales. Su público son jóvenes y estudiantes, quizá esto explique el tono del documental, a veces un poco naïf. En esta ocasión el impacto ha sido mundial y mayúsculo gracias a la implicación de las celebridades y del potencial de herramientas como Twitter. Russel explica su querencia por la redes sociales: "Hay más personas en Facebook que habitantes en todo el mundo hace dos siglos".



De nada han servido los reportajes de decenas de periodistas publicados en los últimos 20 años sobre este personaje y sobre las matanzas que ha cometido; tampoco que está buscado por la Corte Penal Internacional ni que Barack Obama haya decidido enviar 100 soldados de élite para ayudar en su captura en las selvas de la República Democrática de Congo, donde se esconde desde hace años. África vive en el silencio informativo.

El documental demuestra que hay otras formas de llamar la atención sobre hechos noticiosos y otras ví­as para distribuir el trabajo fuera del circuito de los grandes medios. También demuestra que los grandes medios siguen siendo necesarios, pues el documental contiene errores.

El vídeo también ha generado numerosas críticas. Algunos exigen a la ONG que explique sus fuentes de financiación, sus objetivos y su filiación religiosa. Jason Russell, uno de los fundadores, se defiende y asegura que el vídeo es parte de una campaña mundial contra Kony y que no buscan enriquecerse con esta causa. Que después de ella vendrá otra y otra, según informa la cadena de televisión ABC.

Otros critican a Invisible Children de aprovecharse de Kony para colocarse en el mapa mundial de las ONG, vender merchandising y enriquecerse. Critican un pack de distintos productos por 30 dólares.

En Uganda, el Gobierno les critica por afirmar que Kony sigue en el norte, cuando hace años que se mudó primero al sur de Sudán, apoyado paradójicamente por el norte musulmán, y después a Congo, donde ha cometido numerosas matanzas en la provincia de Ituri, rica en oro. También realiza incursiones en la República Centroafricana.

El Ejército de Salvación del Señor ha dejado de ser una guerrilla con un mínimo bagaje político para transformarse en una simple banda de violadores y asesinos.

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